Es la zona típica de paseo para los habitantes de La Habana. Van allí a caminar o, simplemente, a sentarse para ver pasar el tiempo. En tiempos de temporal es un poco peligroso porque el mar intenta pasar por encima, como veréis en alguna de las fotos.
Los edificios que están frente al paseo son los más deteriorados de La Habana. La humedad y la sal del mar no perdonan, y unidas a la falta de mantenimiento provocan un efecto desastroso. Una verdadera pena.
Por cierto, para los que no lo sepan, en Cuba una ponchera es un taller donde se arreglan ponches, estos, pinchazos de neumáticos.